martes, 9 de marzo de 2010

Exótico turista


Un cisne negro, especie oriunda de Australia, aparece en la ribera de Pasariegos y es la atracción de los vecinos del pueblo.


J. A. GARCÍA Un cisne negro, una especie oriunda de Australia, ha despertado la curiosidad de los vecinos de Palazuelo de Sayago que encontraron el ave surcando plácidamente las aguas de una charca de agua. También ha despertado el interés de los agentes medioambientales, que acudieron al recibir el aviso de la presencia del exótico visitante. Sin saber ni cómo ni de dónde llegó, fue observado anteayer nadando majestuosamente sobre las aguas de una ribera, llamando la atención por ser un ave «rara» y nunca vista en charcas y cadozos de la zona. «Es un animal precioso y destaca un montón», expresaron fuentes de la Guardería Forestal. Avisados por un particular, responsables de la Guardería acudieron al lugar elegido por el cisne y comprobaron que se trata de un ejemplar no escurridizo, pero que mantiene las distancias. El hecho de tratarse de un ave de origen australiano, les hace pensar que «puede haber salido del algún zoológico o del estanque de alguna ciudad» donde los cisnes son un atractivo más del parque biológico, ya que es una criatura elegida en Europa y América para realzar los parques ornamentales.«No se asusta de la gente, pero no se ha podido coger», expresaron fuentes de la Guardería, que intentaron su acercamiento haciendo amagos de proporcionarle alimento. Pero el cisne negro, haciendo gala de un temperamento más que sereno, no se avino a las atenciones y prefirió seguir surcando las aguas a su voluntad. Ayer, el cisne ya se mostraba perfectamente «integrado al vecindario», que cuida y atiende al visitante echándole pan y disfrutando de su elegante figura.Los agentes medioambientales están convencidos de que «no es un ave emigrante ni que esté de paso en la zona». Además, observaron que es un ave «anillada, y que es sociable y doméstica». De conseguir tenerlo a mano, tratarán de averiguar su procedencia y comunicarse con los dueños.También tienen en consideración que es posible que el llamativo turista retome el vuelo en cualquier momento y regrese al punto de partida, o bien siga el periplo por otros escenarios fluviales de su agrado. Hay quien piensa incluso que este ejemplar pudo detenerse en el punto «por agotamiento», y que una vez que recupere «el tono y las energías» y desaparezca de la ribera donde se ha convertido en una figura admirada y señorial. Se hace hincapié, además, de que no supone ninguna distorsión para el medio ambiente. «El cisne hace su vida y se alimenta de las algas que encuentra en la ribera» expresaron ayer fuentes de la Guardería.El caso es que el pasado fin de semana el ejemplar disfrutaba de las buenas corrientes de agua que, merced a las lluvias, actualmente mantienen rebosantes las riberas y cientos de lagunas de Sayago. Otras especies más usuales y oportunistas, como las cigüeñas, aparecen es estas fechas surcando continuamente las charcas en todas las direcciones porque en ellas encuentran un maná.Pero el plumaje del cisne negro (Cygnus atratus) contrasta de lleno con la blancura de las zancudas, como también resalta lo estilizado de su cuello y la magnitud de su cuerpo, pues rebasa el metro de longitud. Igualmente destaca el pico rojo que luce el majestuoso visitante.

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