La bodega de Fermoselle debe hacer frente al pago de más de 150.000 euros, entre ellos casi 50.000 por un despido improcedente
J. A. GARCÍA. Fermoselle, La Cooperativa Virgen de la Bandera, de Fermoselle, atraviesa el momento más delicado de su vida desde que abrió sus puertas con todas las ilusiones del mundo hace medio siglo. Las deudas, las sanciones, las indemnizaciones obligadas a empleados por sentencia de los Juzgados, la escasez de uva metida en la bodega y el desánimo, cuando no el descrédito, han puesto a la cooperativa en una difícil situación de jaque contra el que se luchan a la desesperada para que no termine en mate final.La directiva debe hacer frente en estos momentos, de una forma irrenunciable, al pago de una sanción de 11.700 euros impuesta por la Confederación Hidrográfica del Duero por verter al campo las aguas derivadas de la limpieza de las cubas y de las tolvas. Pero, peor aún, acaban de recibir una sentencia que les obliga a pagar más de 49.000 euros a una ex empleada. A todo ello se suma el arrastre de una deuda de unos 84.000 euros. La extrema situación ha llevado a los responsables de la cooperativa a reunir a los socios para buscar posibles fórmulas de mantenimiento y de recuperación porque el deseo es salir a flote.La reunión del pasado sábado fue calificada por el secretario de la entidad, José María Robles, de «bastante correcta». Sirvió para poner a las claras el apurado estado real que atraviesa "Virgen de la Bandera" y, a la vista del cual, «los ánimos flaquean». Robles que hace un llamamiento a mantener la unión y a apostar decididamente por mantener la cooperativa. La sanción por verter aguas al regatero denominado "Los Olivicos" en el año 2006 es un golpe añadido a su deficitario estado. Los denunciados han recurrido a todas las instancias, incluido el presidente de la Confederación, Antonio Gato, sin resultado positivo alguno. «No se ha podido hacer nada». De momento hicieron un pago de 6.000 euros y el segundo pago de 5.700 euros han conseguido fraccionarlo porque no tenemos prácticamente un duro.La multa ha sentado fatal y consideran que «responde al afán recaudatorio porque lo suyo es que pusieran una depuradora y nos obligaran a llevarlo hasta este sistema». Sostienen que el vertido viene ocurriendo al mismo regato desde hace cincuenta años, y no son las únicas aguas que desembocan a este reguero.Mayor varapalo ha sido la sentencia que les ha caído recientemente en las manos, que les obliga a pagar más de 49.000 euros a una ex trabajadora que llevaba en el puesto casi una veintena de años, por despido improcedente. Ya perdieron ante el Juzgado de lo Social de Zamora y, tras los recursos, el fallo ha sido ratificado por el Tribunal Superior de Justicia. Ha sido una guerra que cayó como una bomba a la nueva directiva de la cooperativa y cuyos flecos todavía siguen repercutiendo por cuanto que son incapaces de desentrañar y entresacar los contenidos del ordenador manejado con anterioridad.En la reunión del pasado sábado se puso de manifiesto «que no se veía justo ni la sanción de la Confederación ni la sentencia del Juzgado», que no piensan recurrir a instancias superiores precisamente por la acuciante falta de dinero.«No quiero ver a mi pueblo coger la aceituna e irse a Portugal o Villarino a que la trituren»Los socios que integran la Cooperativa fermosellana "Virgen de la Bandera" es una cuestión, a las fechas de hoy día, de cierto desorden porque, al decir del secretario de la entidad, «hay personas que no están dadas de baja y sin embargo están muertas». Otros que están dados de alta no ingresan ni un racimo de uvas a la cooperativa. De esta forma, en el listado constan un total de 791 socios pero a la hora de la verdad no llegan a los 400, que en lo tocante al vino quedan reducidos a una baja relación a la vista de las cantidades manejadas. «El ingreso de uva de esta campaña sólo ha sido de 110.000 kilos, que han generado 70.000 litros de vino».Para tener una referencia más o menos concreta la directiva echa mano del número de personas que ingresaron aceituna en la pasada campaña, 380 socios. La directiva trata de buscar soluciones sin demora, consciente de hallarse «en una situación seria y más complicada de lo que parece». Robles, que afirma recibir «muchos mensajes de apoyo», no esconde sus temores. «Tenemos clientes, pero tememos que se marche el vino para ir a parar a los Juzgados» subraya. Uno de los fuertes de la Cooperativa es la aceituna y su transformación en aceite. Ayer mismo los operarios limpiaban ya la maquinaria de la almazara para afrontar la nueva campaña. «Tengo miedo que se meta la oliva y el Juzgado se eche encima. No quiero ver a mi pueblo coger la aceituna e irse a Portugal o Villarino a que la trituren. Es lamentable que teniendo fábrica haya que andar por ahí peregrinando» expresa el secretario, que insiste en pedir «unión para hacer frente a los varapalos». El presidente de la entidad, José Manuel Peños, siempre ha expresado su esperanza en reflotarla tras haberse conseguido la Denominación de Origen.Fórmulas para salir adelanteSoluciones barajadasLa asamblea del sábado, en el salón del Ayuntamiento de Fermoselle, no sólo sirvió para airear el estado actual de la Cooperativa, también para que los socios expusieran las posibles fórmulas para salir del pozo y saldar el pago de la ex empleada. Entre otras, se barajó la aportación de cada socio de 200 euros. También hubo menciones a realizar una media ponderada conforme a los kilos de aceituna metidos en los tres últimos años y abonar el tanto por ciento de la sentencia, o tener en cuenta a la cabida de aceituna y responder en relación al porcentaje. Todas ellas serán analizadas.
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